La construcción más notable desde la Reconquista hasta nuestros días en Gotor es la del magnífico convento Nuestra Señora de la Consolación de la orden de los dominicos y que data del siglo XVI.
Este imponente edificio religioso ha sido testigo e incluso protagonista de todas las vicisitudes por las que ha pasado la historia reciente de la villa, desde la época esplendorosa bajo el condado de la familia Luna –de la que será heredero el Papa Luna, Benedicto XIII- hasta la desamortización de los bienes de la Iglesia en el siglo XIX.
Víctima a partir de entonces del abandono y el expolio, este singular edificio cuya construcción duró 25 años se encuentra hoy totalmente restaurado y accesible al visitante, que encontrará entre sus históricas paredes el inigualable testimonio de un observador de lujo.